El mejor mecánico de españa opina esto de la gasolina low cost

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septiembre 29, 2025

Carlos Pérez, conocido en redes como «el mejor mecánico de España», ha encendido el debate: según él, repostar en gasolineras de marca blanca puede salirte más caro de lo que crees. Su argumento es directo: aunque el combustible provenga del mismo origen, los aditivos marcan la diferencia. Pero ¿hay pruebas reales de esto? Te contamos qué dicen los expertos y qué deberías tener en cuenta antes de tu próximo repostaje.

La teoría del mecánico: todo está en los aditivos

Carlos Pérez sostiene que la gasolina base que llega a todas las estaciones es prácticamente idéntica, ya que proviene de las mismas refinerías mayoristas. Hasta ahí, nada sorprendente. El problema, según él, está en lo que viene después: los aditivos que cada marca añade antes de venderla.

Estos aditivos químicos cumplen funciones clave:

  • Mantener limpios los inyectores y el sistema de alimentación
  • Prevenir la formación de depósitos en el motor
  • Mejorar la combustión y la eficiencia
  • Reducir el desgaste prematuro de componentes

Su conclusión es clara: las gasolineras low cost escatiman en estos aditivos para bajar costes, y ese ahorro inicial puede traducirse en averías costosas a medio y largo plazo. Parece lógico, ¿verdad? Pero la realidad es más compleja.

Lo que dicen los que realmente analizan combustibles

Aquí es donde la cosa se pone interesante. Carles Fité y Rodrigo Soto, expertos en ingeniería química, han analizado muestras de gasolinas de distintas marcas. Su veredicto sorprende: las composiciones son prácticamente idénticas en las proporciones de sus componentes principales.

Es decir, esas diferencias «dramáticas» entre gasolinas premium y low cost simplemente no aparecen en los análisis de laboratorio. Al menos no de forma tan evidente como para justificar efectos notables en el motor.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) va más allá: en sus estudios tampoco han encontrado evidencias claras de que los aditivos de marcas caras prolonguen significativamente la vida útil del motor frente a las opciones más económicas.

¿Entonces de dónde viene la diferencia de precio?

Si el combustible es básicamente el mismo, ¿por qué algunas gasolineras son más baratas? La respuesta está en la estructura de costes, no en la calidad del producto:

Las gasolineras low cost ahorran en:

  • Personal en estación (muchas son autoservicio total)
  • Servicios adicionales (tiendas, cafeterías, lavado)
  • Marketing y campañas publicitarias
  • Ubicaciones premium en zonas caras

Ese ahorro se traslada al precio final. No significa que el combustible sea defectuoso o inferior, simplemente que han eliminado gastos que no afectan directamente a lo que echas en el depósito.

El factor que nadie menciona: el estado de la estación

Aquí viene el matiz importante que a menudo se pasa por alto. La calidad real del combustible que llega a tu depósito no depende tanto de la marca como del mantenimiento de la estación de servicio.

Factores que sí importan:

  • Estado de los tanques subterráneos (limpieza, ausencia de corrosión)
  • Rotación del combustible (cuánto tiempo lleva almacenado)
  • Control de impurezas y agua
  • Frecuencia de revisiones y limpieza de los sistemas

Una gasolina «premium» almacenada en condiciones deficientes puede ser peor que una low cost en una estación bien mantenida. Por eso, la reputación y los controles de calidad de cada punto de venta son más relevantes que el nombre de la marca.

¿Qué deberías hacer entonces?

La conclusión práctica es que no puedes guiarte solo por el precio ni por el logo de la gasolinera. Aquí van algunas pautas sensatas:

Fíjate en estos detalles:

  • Elige estaciones con alto volumen de ventas (el combustible no se queda «viejo» en los depósitos)
  • Evita repostar justo después de que hayan rellenado los tanques (pueden removerse sedimentos)
  • Observa el estado general de la estación: si está descuidada por fuera, probablemente también lo esté por dentro
  • Lee opiniones de otros conductores sobre estaciones concretas

Lo que NO debes asumir:

  • Que lo caro es automáticamente mejor
  • Que lo barato va a romper tu motor
  • Que todos los aditivos «milagrosos» de marcas premium hacen una diferencia real

Ni tanto ni tan poco

Las afirmaciones tajantes del mecánico Carlos Pérez tienen parte de razón en la teoría, pero los análisis químicos y los estudios de consumidores no respaldan que exista una diferencia práctica significativa entre gasolinas premium y low cost en condiciones normales de uso.

La gasolina base es esencialmente la misma. Los aditivos existen, sí, pero su impacto real en la vida del motor no está demostrado de forma contundente como para justificar pagar sistemáticamente más.

El verdadero criterio debería ser: la confianza en la estación de servicio concreta donde repostas, su mantenimiento y su reputación. Eso es más importante que el color del logo o el precio por litro.

Al final, si tu coche está bien mantenido, usas la gasolina adecuada según el fabricante (95 o 98 octanos) y repostas en estaciones limpias y con movimiento, no deberías tener problemas. El ahorro en combustible low cost puede ser real sin que tu motor sufra las consecuencias. Pero ojo: tampoco es una licencia para repostar en cualquier sitio solo por precio.

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